Lo más dificil de hacer Brownies, no es encontrar los ingredientes. No es la complejidad de la elaboración. No es la cantidad de cacharros a utilizar.
La dificultad radica en el tiempo de cocción. 2 minutos de diferencia separan un Brownie jugoso y lleno de sabores de un cuadrado de cartón piedra.
El origen del Brownie igual que el de la Tarta Tatín, está llena de mitos y leyendas: que si un ama de casa se olvidó de poner levadura en un pastel de chocolate, que si un chef le añadió chocolate fundido a la masa por error ….
Las primeras referencias a los Brownies surgen en Estados Unidos a finales del siglo XIX pasando a ser una elaboración muy popular en ese pais rápidamente. Y según publica la web de Joy of Backing las primeras recetas no llevaban chocolate.
Lo que a mi me gusta de los Brownies es que permiten múltiples variaciones (con chispitas de chocolate, con diferentes frutos secos, con diferentes tipos de azúcar).
Así que aprovechando una receta muy inspirada en el blog de Olleta de Verdures y unos plátanos en su punto comprados en Mel, Tes i Bolets del Mercado de Les Corts, en vez de con Coca, la Fonda celebró la Verbena con:
Brownies de Plátano y Nueces de Macadamia
Ingredientes:
175 gr de mantequilla
300 gr de azúcar moreno
175 gr de chocolate negro (contra más bueno sea el chocolate mejor sale el Brownie)
125 gr de nueces de macadamia troceadas
3 plátanos maduros
3 huevos batidos
100 gr de harina
5 gr de impulsor
2 cucharadas de cacao en polvo
Preparación:
Cortar el chocolate en trocitos pequeños y junto con la mantequilla, deshacerla al baño maria. Añadir el azúcar y remover bien. Añadir el plátano chafado, las nueces de macadamia (las que utilizo son tostadas y ligeramente saladas), los huevos, y por último la harina, el cacao en polvo y el impulsor tamizados. Mezclar bien con una espátula
Encamisar un molde y hornear en el horno precalentado a 180º entre 30 y 40 minutos. Hacer la prueba del palillo – ha de salir con miguitas pegadas: si sale seco te has pasado de cocción!!!!
Cuando se enfrie, cortar en cuadrados (puede que no queden muy regulares por que el plátano le da mucha humedad al bizcocho) y espolvorear con ázucar lustre y cacao en polvo (opcional)
Música para cocinar: Mungo Jerry – In the Summertime